sábado, 21 de octubre de 2017

La Voz de Villamartín. Semanario independiente

Con esta cabecera aparece La Voz de Villamartín el domingo 4 de mayo de 1919, posiblemente el primer intento periodístico que se realiza en nuestro pueblo. Desconocemos cuanto tiempo estuvo en la calle; mi buen amigo Jesús Mozo posee la primera docena de ejemplares, pero también una «Lista de los suscritos al periódico La Voz», en el que las anotaciones de pagado llegan hasta el «número del periódico» 63; es decir una prolongación en el tiempo de algo más de un año, que nos llevaría a julio de 1920. En esa lista aparecen 35 suscriptores, aunque pudiera haber más hojas. El periódico fue impreso en Tipográficas Arcobricense.


Los fundadores
Asume la dirección Vicente Salillas y Casanovas, personaje del que nada sabemos. Algo más de información tenemos del director artístico Adalberto Garzón Girón (Jerez, 1901-1971), hijo del recaudador de contribuciones, posteriormente «dibujante y caricaturista, creador del personaje Toronjito, colaborador de la revista satírica Ráfaga y director de la fábrica de Gas Madrid en Jerez», según recoge Jerez Siempre. Villamartinense es José Luis Pineda Soto, funcionario del Ayuntamiento, corresponsal literario del periódico El Guadalete de Jerez, editor de la revista de feria de 1930 y 1931. Como nos recuerda José Bernal en el Libro de Feria de 1992, «Pineda murió muy joven, malográndose la vida de un villamartinense que le hubiera sido muy útil al pueblo».

Editorial
Si nos vamos al número 1 es imprescindible leer su editorial «Al Público» donde ya deja entrever unas dudas iniciales: «Si bien es verdad que las dificultades que se nos opusieron fueron muchas…». Su lema «Moralidad y Cultura», además de la destacada en la cabecera: «Defensor de los intereses locales», que reafirman en este este otro párrafo: «Queremos contribuir a fomentar y a difundir la moralidad y la cultura en nuestro pequeño radio de acción… además de ser caluroso defensor del vecindario… y portador cerca de los poderes públicos de las necesidades del pueblo». De la lectura reposada de los ejemplares es fácil sacar la conclusión de que no mantienen buena relación con el Ayuntamiento presidido por Manuel Garrido Olganvides, concejal electo desde noviembre de 1917 y alcalde de afiliación liberal desde el 1 de enero de 1918.

Secciones
Todos los números que me han cedido se componen de 4 páginas, aunque en alguno de ellos anuncian su incremento. Las secciones más habituales son:

«Ecos de sociedad» donde recoge el trasiego de los personajes que salen o llegan de viaje, las tomas de posesión o ceses, bautizos, bodas, defunciones, por supuesto las «pedidas de mano» y cualquier nota social destacada.

«Corresponsalías desde Prado del Rey (S. Chacón) y Arcos». Cubren las noticias desde estos dos pueblos vecinos.

«Apuntes de Redacción», que aparece en varios número, siendo el más interesante el titulado «El Hospital de Villamartín», fuerte crítica al Hospital de la Caridad, «edificio que solo lo habita la enfermera,… al que solo va el sacerdote para trasladar el cadáver al campo santo,… donde se carece de habitaciones, camas y ropero en condiciones… Invito a señor alcalde para que visite el hospital y se convencerá de cuanto digo». El autor de la fuerte crónica se oculta bajo el seudónimo de El Detective Mascota.

«Noticias Locales», que como es lógico se va haciendo eco de lo ocurrido durante la semana.

«Última hora», situada al final de la página 3, que no siempre aparece, y cuando lo hace recoge esa noticia que no pudo entrar en su sección o páginas anteriores.

«Publicidad», tema al que dedica parte de la página 3 (a 6 pesetas el cuadrado de 6 X 4 cm), casi siempre ocupada a gran tamaño por la gran industria de Francisco Romero Morales, y la «plana 4» al completo (esta más barata, a 5 pesetas). Visto casi 100 años después es de gran interés este tema porque refleja muy bien el tejido industrial de una pequeña localidad serrana de 6500 habitantes. Por eso he recortados los anuncios y os los nuestros todos agrupados en esta página y enlace:


El resto de los temas va variando y adaptándose en cada momento a la actualidad. Destaquemos algunos por su interés:

«El Puente». Es uno de los temas más recurrente que va repitiendo el periódico a lo largo de varios números. Recordemos que estamos en 1919 y que el viejo puente de mampostería sobre el Guadalete había sido arrasado en marzo de 1917 por una tremenda riada, siendo necesario traer la barcaza conocida por todos. Entresaquemos la visión del momento. «¿Has visto lector qué poco se habla del puente? Parece que lo tenemos ya terminado o que poco nos interesa su construcción puesto que tenemos una balsa que nos saca del apuro». «Aprovechando el viaje del ministro de fomento, Sr. Ossorio y Gallardo a la capital andaluza, marchó a dicha ciudad una comisión de significativas personas de esta localidad (encabezadas por el alcalde Manuel Garrido y el industrial Francisco Romero) con objeto de exponerle la urgencia de la total construcción del puente». «Encontrándose en Cádiz nuestro amigo don Francisco Romero Jiménez-Pajarero, avistose con el jefe de Obras Públicas don Enrique Martínez, que le comunicó el pronto comienzo de la reconstrucción de las pilas y estribos del puente». Sabemos que la solución tardó, porque en una curiosa fotografía del Heraldo Deportivo de Madrid de junio de 1921 vemos un coche montado en la barca de soga. La solución llegaría, ya en 1923, con el puente de Hierro (ver Imágenes de un Siglo III, p.33).

«Proyecto del teatro». Ya en el n.° 1 de La Voz aparece una nota en la que publica «que actúa con bastante aceptación en nuestro “saloncito Del Valle” la compañía cómico-dramática de don Manuel Arcal» y se lamenta de «que Villamartín no tuviese un teatro como el que se merece». En el n.ᵒ 4 se escribe que «para su construcción se ha constituido una sociedad presidida por don Francisco Romero que ha acordado comprar las fincas de las calles Espigado [Malteses] y Extramuros… El presupuesto asciende a unas cuarenta y ocho mil pesetas, habiendo sido hecho por el inteligente contratista de Sevilla y paisano nuestro don José del Valle,… proyectándose también la construcción de una calle lateral para la entrada al patio de butacas». Con cierta sorna, en otros números se refiere al local habilitado para teatro como «nuestro cómodo coliseo, teatro del Sopapo, nuestro salón-teatro, del que somos asiduos, pese a que tenemos que desembolsar tres realitos por una butaca que es una silla». Lo que sí es cierto que casi todas las semanas nos presenta crónicas de compañías de operetas, zarzuelas, cantantes, humoristas, «estando la parte de sinfonía a cargo de nuestro querido pianista don Antonio Fuentes», sin duda refiriéndose a Antonio Fuentes Víbora, el gran músico director de la banda municipal. El gran teatro Alvatro, (llamado así: AL-VA-TRO, de Álvarez, zquez y Troya) tardaría en ser una realidad unos diez años.

«El Ferrocarril de la Sierra». No podía faltar esta otra reivindicación latente en Villamartín desde hacía más de cincuenta años. En la única viñeta que aparece en estos once números, es uno de los temas centrales como una de las preocupaciones del momento. «Ferrocarril, profundo silencio; parece que el asunto no es de interés vital para nuestro pueblo. Yo, creo lo contrario… pues el célebre proyecto del ferrocarril, llamado de “La Sierra”, tiene mucho que hablar, ¿qué ha sido de él?, solo está en memoria de los accionistas». Esa aspiración se refiere al trazado Jerez-Villamartín-Setenil, que nunca se llevó a cabo, pese a la creación de una sociedad con gran participación de villamartinenses. En otro número también se comenta la otra alternativa barajada a partir de 1912, nos referimos al recorrido entre Utrera y Villamartín. «Triste es recordar aquella alegría que todos sentimos en pasados años al ver que las personas significativas y pudientes trabajaban sin descanso porque la construcción de la citada línea férrea [Utrera-Villamartín] fuese un hecho».

«No cerrar el balneario de los Conejos». Sorprende esta crónica de estos baños prácticamente olvidados por el pueblo y que tuvieron cierto prestigio en su momento. «Hasta esta dirección llegan los clamores del vecindario ante el temor de que este año no se abra al público el balneario de Los Conejos… El balneario existe, y si se explotara como es debido, tendría fama mundial».

Son muchos los temas tratados en estas 44 páginas que se conservan, algunos de ellos pueden sonarnos por su trascendencia histórica, otros son meros acontecimiento curiosos del acaecer diario. Repasemos algunos de forma resumida:

«Femeninas». Es el único artículo escrito por una mujer, Genoveva Paez y Serrano, y plantea ya por entonces el sufrimiento de la mujer maltratada: «He conocido varios casos de mujeres honradísimas, hacendosas, limpias, cariñosas, fieles cumplidoras de sus deberes, que le ha tocado en suerte hombres libertinos, licenciosos, indignos…».

«¡No hay derecho!». «Los abusos que con motivo de la escasez de tabaco se están cometiendo, son escandalosos,… hay individuos dedicados al acaparamiento y venta con aumento de precio… Como en las expendedurías se ha acabado hay que recurrir a los acaparadores y tragar el paquete con cinco o diez céntimos de aumento».

«Problemas en la Plaza a la hora del paseo». «Una partida de mozalbetes de quince a treinta años, o mejor dicho acaparadores de maíz, que tienen por distracción mofarse de las personas cultas y sensatas que pasan por su lado… incluso se lanzan a jóvenes y viejas, pretendiendo quitar de su pecho una flor…».

«Plaza de abastos». «Por vender carne a más precio del que marcaba la pizarra, han sido multados por la Alcaldía con 10 y 15 pesetas los tablajeros Juan José Mateos y José Gilabert».

«Las subsistencias». «Se está poniendo la vida cosa imposible / pues todos los días suben los comestibles». Con esta coplilla se inicia un artículo sobre lo cara que está la vida: «Tiemblo cada vez que tengo que dar a la criada la cuenta para que vaya al mercado… La carne, si es de vaca, cuesta 3 ptas. el kilo de hueso con carne y 4 ptas. si esta es magra. El pescado entre 2,25 y 2,50. La hortaliza por las nubes. Un medio de garbanzos cuesta 2,25 ptas. ¡Si al mensos fueran garbanzos!, pero son balines y hasta balas de maüser…».

«De higiene». «Vecinos de la calle Salto del Pollo denuncian el abuso incalificable que viene cometiendo otro vecino que ha convertido una casa en zahúrda, albergando en ella porción de cabezas de ganado de cerda».

«Asamblea de los defensores del trabajo». Interesante documento que nos informa de «las bases que han de regir las faenas de la recolección». Llama la atención los jornales (alrededor de las 4 ptas.) para las diversas faenas, con nombre hoy día olvidados: morero, trillero, zagal del trillero, mulero… El despido se arreglaba con media peonada. En cuanto al descanso: «tendrán una colilla de 15 minutos antes del almuerzo; dos cigarros de media hora antes de la merienda…». Puede verse mejor el acuerdo completo haciendo clic en la imagen.

«Cine». «Correjel [empresario que organizaba bailes, teatros, conciertos…] ha dado por terminada la temporada de cine [mudo]… en la que se han proyectado algunas series de la película “La llave maestra”… Ahora ha construido un escenario en el Patio del Pósito [posiblemente se refiera al patio del ayuntamiento donde estuvo el pósito agrícola] donde debutarán grandes compañías…». Correjel y La Voz parece ser que no se llevaban bien, posiblemente porque el empresario no se anunciaba en el periódico.

«¡Agua para la Plaza!». «Denunciamos el estado antihigiénico en que se encuentra la plaza de Alfonso XII, y que lo motiva la cantidad tan enorme de polvo que en ella hay, debido a que no se riega: y por consiguiente, durante las horas del paseo y a consecuencia del mucho público que en ella concurre en busca de fresco (y no polvo), se produce una atmósfera nada agradable…». Recordemos que en esa fecha la Plaza era de tierra, como vemos en la imagen de 1916, tardaría muchos años en pavimentarse.

«Denuncia». «Un peligro para la salud de los vecinos de la calle Ruiz Cabal [Botica] lo constituye la alfarería sita en la calle Segovia de la Rosa [Rosario]… por los vapores que se desprenden de la combustión del orujo,… destinado a la cocción del barro».

«El gremio de aguadores responde». En el n.ᵒ 11 La Voz critica el aumento del precio del agua y en el n.ᵒ 12 el gremio responde: «No somos ni más ni menos que otros trabajadores, subimos como todos, [para afrontar] la enorme carestía de las cosas que tan difícil hace ya la vida… No somos gente de letras los aguadores; nuestra tarea, casi continua, no nos deja tiempo libre que dedicar al cultivo del espíritu…».




Como vemos, un interesante semanario que con pocos medios y gran ilusión fue precursor en la prensa local. El director artístico, Adalberto Garzón, tenía en ese momento 18 años, nuestro vecino Pineda (ADENIP, como seudónimo) poco más. Trabajaban día y noche cubriendo todo acontecimiento digno de ser publicado. Al principio sin local, ya en el n.º 5 colocan Redacción y Dirección en la fonda Victoria (plaza Alfonso XII), posible ajojamiento del director y la Administración en la calle Ruiz Cabal, 52 (Botica), sin duda vivienda de Pineda; en el n.º 10  "nos lanzamos por esas calles de Dios en busca de un cuchitril donde poner nuestros cuatro papeles", por el que prometen pagar "10 plumas". Seguramente mantienen cierta tensión con las "fuerzas vivas" del pueblo, poco acostumbradas a que un periódico vaya señalando déficit en los servicios y quejas de los ciudadanos. Los puyazos a la alcaldía son continuos ("continúa la autoridad local desapercibida a las quejas que le hemos formulado en números anteriores"). Como homenaje a esta pionera iniciativa periodística local, la Comisión V Centenario repitió la cabecera que mostramos 80 años después.

Bibliografía utilizada
-La Voz de Villamartín, números 1 al 12. Mayo de 1919 a julio de 1919.
-Libro de Feria de 1992. Artículo de José Bernal «La Voz de Villamartín».

Agradecimientos
-A Jesús Mozo Gutiérrez por los ejemplares cedidos.

Puedes descargar una versión de esta entrada (PDF) en este <<enlace>>.

©«Villamartín.Cádiz Blog de Pedro Sánchez». Octubre de 2017.

1 comentario:

  1. Al hablar del director de la "Voz de Villamartín" comentaba que "Asume la dirección Vicente Salillas y Casanovas, personaje del que nada sabemos." Posteriormente logré localizarlo en un "Anuario de la provincia de Cádiz" como maestro de la localidad, posiblemente procedente de Logroño.

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